Fue algo impensado lo que vivimos el miércoles 20 de Octubre del 2010. Todo comenzó aproximadamente a las 17:30hs. cuando llegamos con Marisol al Hotel Plaza, a pasos del Luna Park por la calle Lavalle. Ahí nos encontramos con Rubén Patagonia, para conocerlo y charlar un poco, especialmente, sobre la actuación que iba a dar esa misma noche junto a los Divididos, compartiendo el escenario también con muchos más invitados como: Sandra Farías, Juan Saavedra, Peteco Carabajal, Hilda Lizarazu, etc. Volviendo al encuentro, con nuestro amigo, tocamos muchos temas como, por ejemplo, su relación con Mollo, Ricardo Iorio con el que nos contó que un día lo llevó hasta casi el sur de Buenos Aires en su camioneta y que el cantante de Almafuerte iba como a caballo, dentro del vehiculo, por esos caminos de tierra jajaja.
Entre palabras va y palabras viene, nos preguntó si nos íbamos a quedar al recital y, como imitando al gato con botas de Shrek 2 y sus ojos de buen chico, le dijimos que NO porque ya se habían agotado todas las localidades, al instante, nos miró y nos dijo: “me hubiesen avisado antes” pero preguntó ¿qué hora es? Y le contestamos: “18:30, Rubén”, “bueno, esperen que voy a ver si puedo hacer algo”, fue su respuesta. Pasaban los minutos y nosotros estábamos esperando en el hall del hotel, donde nos conocimos. Pasado 10 minutos abre la puerta Rubén y con una sonrisa nos dice: “Acá tienen sus entradas”, nuestra sorpresa, se trasmitía através de una alegría enorme en nuestros rostros. Al darnos los tickets, se disculpó por no conversar más tiempo, ya que estaba muy cansado e iría a su habitación, sin embargo, nos avisó que lo vengamos a despertar a las 20:15hs., porque tenía que estar en el estadio a las 20:30hs.
Junto con Mary fuimos a dar una vuelta, para hacer un poco de tiempo, porque para la hora indicada faltaba bastante tiempo, no obstante, 20 minutos antes de lo indicado, ya estábamos esperando en la plaza que se encuentra enfrente de la habitación, como si fuéramos los más fanáticos de Rubén Patagonia. Pasado el tiempo, nos encontramos llamándolo por el teléfono interno del hotel, como habíamos quedado. Al bajar nos dejó grabado un saludo, que lo pueden ver en el video más abajo, pero, como con Mollo, el año pasado, me equivoqué en el botón para apretar, pero lo pudimos remediar, sin embargo, el saludo del líder de Divididos no. Minutos más tarde, conversamos las grandes posibilidades de que venga a tocar en vivo en el programa, antes de fin de año, una cosa que nos pone muy contentos y felices.
Para no ir alargándome mucho e ir redondeando, después del tremendo recital de Divididos (lo voy a estar comentando dentro de poco con más detalle), nos pidió que lo esperáramos por la entrada de los artistas, y fue allí, que nos despedimos hasta el próxima charla de amigos. A minutos del abrazo final, me encontré con Gastón Montells, mi profesor de Taller 3 en la facultad, que trabaja hace años con “la aplanadora del Rock”, nos saludamos afectuosamente y nos comentó que todo el recital salió por varias radios comunitarias.
Para cerrar le dejamos un GRAN SALUDO PARA RUBÉN PATAGONIA, por toda la buena onda y amistad que nos brindó.
Entre palabras va y palabras viene, nos preguntó si nos íbamos a quedar al recital y, como imitando al gato con botas de Shrek 2 y sus ojos de buen chico, le dijimos que NO porque ya se habían agotado todas las localidades, al instante, nos miró y nos dijo: “me hubiesen avisado antes” pero preguntó ¿qué hora es? Y le contestamos: “18:30, Rubén”, “bueno, esperen que voy a ver si puedo hacer algo”, fue su respuesta. Pasaban los minutos y nosotros estábamos esperando en el hall del hotel, donde nos conocimos. Pasado 10 minutos abre la puerta Rubén y con una sonrisa nos dice: “Acá tienen sus entradas”, nuestra sorpresa, se trasmitía através de una alegría enorme en nuestros rostros. Al darnos los tickets, se disculpó por no conversar más tiempo, ya que estaba muy cansado e iría a su habitación, sin embargo, nos avisó que lo vengamos a despertar a las 20:15hs., porque tenía que estar en el estadio a las 20:30hs.
Junto con Mary fuimos a dar una vuelta, para hacer un poco de tiempo, porque para la hora indicada faltaba bastante tiempo, no obstante, 20 minutos antes de lo indicado, ya estábamos esperando en la plaza que se encuentra enfrente de la habitación, como si fuéramos los más fanáticos de Rubén Patagonia. Pasado el tiempo, nos encontramos llamándolo por el teléfono interno del hotel, como habíamos quedado. Al bajar nos dejó grabado un saludo, que lo pueden ver en el video más abajo, pero, como con Mollo, el año pasado, me equivoqué en el botón para apretar, pero lo pudimos remediar, sin embargo, el saludo del líder de Divididos no. Minutos más tarde, conversamos las grandes posibilidades de que venga a tocar en vivo en el programa, antes de fin de año, una cosa que nos pone muy contentos y felices.
Para no ir alargándome mucho e ir redondeando, después del tremendo recital de Divididos (lo voy a estar comentando dentro de poco con más detalle), nos pidió que lo esperáramos por la entrada de los artistas, y fue allí, que nos despedimos hasta el próxima charla de amigos. A minutos del abrazo final, me encontré con Gastón Montells, mi profesor de Taller 3 en la facultad, que trabaja hace años con “la aplanadora del Rock”, nos saludamos afectuosamente y nos comentó que todo el recital salió por varias radios comunitarias.
Para cerrar le dejamos un GRAN SALUDO PARA RUBÉN PATAGONIA, por toda la buena onda y amistad que nos brindó.
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