martes, 9 de noviembre de 2010

RECORDAR PARA QUE NO PASE NUNCA MAS

a los 85 años murió el genocida Emilio Eduardo Massera, quien tubo la suerte de disfrutar de una larga vida, quienes no corrieron esa suerte fueron todos aquellos que durante su dictadura fueron exterminados.
Nos queda el consuelo de creer que lo espera un juicio justo y que tendrá que rendir cuentas a Dios, y para aquellos que no creen, el alivio de saber que ya no esta su siniestra presencia entre nosotros.
Cuando uno va creciendo empieza a reflexionar acerca del motivo por el cual esta en este mundo, cual es el fin de su existencia cual será su legado, y el peor castigo para Massera, es el ser recordado como un genocida, un asesino, que se escudo en una guerra para exterminar a todo aquel que pensara distinto, y su legado es un legado de sangre y dolor, de niños que hoy hombres no conocen su identidad, porque le fue substraída, de desaparecidos que fueron torturados y asesinados en la clandestinidad.
Pasa el tiempo y ante la muerte todos somos iguales, nadie puede eludirla, Massera ha escapado de la justicia, se fue sin cumplir la condena que le correspondía, pero si cumplió y seguirá cumpliendo la justicia social, porque uno puede dejar de ser muchas cosas, pero un genocida lo es para siempre.

YANINA LOIACONO

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